Cien motivos para odiar los videojuegos

  Y es que a veces tienen cosas que son para odiarlos. Y no me estoy refieriendo a uno o a dos detallitos sin importancia, o a un par de faltas de decoro que dirían los franceses. Me refiero a decenas de auténticas soplapolleces que me revientan. A cien motivos para coger la consola y arrojarla a una acequia. No pongáis esa cara que no me los estoy inventando, o es que vosotros no odiáis que: ...

100. La estúpida afición de las páginas de videojuegos por confeccionar listas. Como: "Los 17 juegos que me llevaría a un cortijo", "33 juegos que me pasé enteros pero que no me gustaban" ó "100 mentiras sobre los videojuegos".

99. A Ubisoft. Motivo: Ser Ubisoft.

98. Que los chicos de anonymous sepan más de mi que yo de ellos. Gracias Sony.

97. Cuando me preguntan, que si aun sigo jugando a videojuegos. Acaso te pregunto yo a ti obviedades ¿Y tus padres siguen muertos?

96. Los diseñadores que afirman orgullosos que su anterior juego es basura comparado con el próximo. ¿Usarán esa misma escusa con sus parejas tras un coito? Cariño puede el polvo fuera malo, pero te garantizo que mi próximo videojuego será fantástico.

95. Que anuncien que un juego traerá DLC´s antes de que salga al mercado. Si ya sabéis que queréis incluir más contenido, no saquéis el juego a medias, metedlo todo en el disco hombres de Dios.

94. Que el DLC sí estuviera incluido en el disco pero que solo se desbloquee previo pago. Si al final el gilipollas voy a ser yo, por dar ideas.

93. El tamaño de los subtítulos en los juegos de Rockstar. Les mandé un email para ver si podían dejar de usar la fuente arial 6px blanca, pero me respondieron que: "El argumento en nuestros juegos es un extra exclusivo para usuarios con televisores de más de 42 pulgadas".

92. A los estudios que hacen promesas que no pueden cumplir. Es decir los odio a todos.

91. Toda "intro" que dure más de sesenta segundos. ¿Tratáis de ocultarme el juego in-game? ¿Tan mal ha quedado?

90. Que las máquinas arcade solo te permitan introducir tres caracteres en las tablas de puntuación. Muy señores míos, me he dejado 100 euros aqui dentro para poder pulverizar los records del resto de jugadores, que menos que escribir mi nombre, mi dirección y mi perfil de facebook.

89. A Peter Moulinex. Motivo: Ser un cipote.

88. Las palabras Game Over. El juego acabará cuando yo lo diga. ¿Te enteras?

87. A los empleados de las tiendas Game. Que me conocen por mi nombre y me tratan como a uno más de la plantilla. Pero luego bien que me cobráis hasta por un pin de pikachu, eh cabrones.

86. No llegar a los requisitos mínimos de un juego de P.C. Ya hace un lustro que me compré un ordenador para poder jugar ¿¡Qué más queréis de mi!? ¿¡Mi primogénito!?

85. Los sistemas antipiratería DRM. DRM (de sus siglas en inglés, Doing Rotate Madness). Típico sistema que los piratas se saltan como si usaran pértiga, pero que a mi siempre me vienen a dar en los testículos.

84. Leer los reanálisis de MeriStation. No odio los reanálisis en sí mismos, me odio a mí por estar leyéndolos. Podría estar disfrutando de los vivos colores del envoltorio de un sugus o aprendiendo química mirando la etiqueta del champú. Pero ahí me tienes empeñado en leer, reír y llorar, al mismo tiempo.

83. Seguir esperando a que salga Half-Life 2: espisodio 3. No más portal´s, no más left 4 dead´s. Queremos a Freeman y además aseguraos de que esta vez se le ven los pies. Y me refiero a los dos.

82. Las películas basadas en videojuegos. Motivo: Si necesitas un motivo para entender mi animadversión por estos films, es señal inequívoca de que no has visto ninguno. Lo que te hace merecedor de toda mi admiración y respeto. 

81. Los videojuegos basados en películas. Porque no fueron diseñados para ser queridos.

80. Que cambien las carátulas en las ediciones Platinum, Classics, Player Choice, etc. Es la forma tan simbólica que emplean las compañias para "marcarte" cuando compras productos a menor precio: Mira Borja un pobre.

79. La sobreexplotación de sagas. ¿Cuántos juegos más pensáis sacar? -Seguiremos hasta que nos salgan tan mal que dejéis de pagar por ellos y quizás más, me respondieron desde las oficinas de Square Enix.

78. Que en las tiendas de videojuegos me sugieran siempre hacer reservas. Sé que no es culpa de los empleados, solo siguen las instrucciones del chip laboral que les injertan en la mano. Pero si ya te dije que no las otras mil veces ¿Que te hace pensar que hoy será tu gran día?

77. Ver mi cara reflejada en la pantalla de: "Continue? Insert Coin!". La avaricia de la máquina frente a la ineptitud del humano.

76. Los videojuegos de facebook. Que prostituyen tu imagen pública, acosan a tus contactos e intentan robarte tu dinero. Lo has entendido correctamente el juego intentará convertirse en tu proxeneta.

75. La "conversión" Euro/Dolar en los precios de videojuegos y consolas. Aunque quizás la palabra conversión, no sea la más adecuada para referirnos a una simple sustitución del símbolo del  $,  por el del € en el precio: "Hijoputez", suena más propio.

74. Que me pregunten si soy de Sony, Microsoft o Nintendo. Os sorprendería saber la cantidad de gilipollas que me confunden con un dvd.

73. Las misiones secundarias de relleno. Ve a buscarme 100 raíces de Nirn. Oblígame.

72. Conseguir logros y trofeos chorras. ¿Tan poca fe tenéis en mis habilidades? ¿Me vais a dar un logro cada vez que vaya al baño yo solito o que me ate los cordones? Pues vosotros también habéis conseguido un logro.

71. A los que se usan cheats en multijugador. Porque jamás comparten sus secretos.

70. A PSP go.

¿Es qué ya no me quieres? - Que te calles gorda.

69. Que el sexo suela ser un tema tabú en los videojuegos. Causa sin duda de los casi dos años de retraso que experimenta un jugador en perder la virginidad, con respecto al resto de los jóvenes.

68. Los videojuegos de baile. ¿Quieres que baile? Olvídate de las alfombras con flechitas, mete tres cervezas en la caja y un vale canjeable por un par de streappers.

67. A los analistas que hacen predicciones sobre videojuegos. Y su encarnizada competición para ver quien consigue rebuznar más fuerte.

66. Llevar siempre la misma ropa en los Rpg´s japoneses. De que me sirve llevar a cuestas un inventario/armario ropero de tres puertas con infinidad de prendas, si tras cien horas de partida no he podido ni cambiarme de calzoncillos.

65. Que mi equipo entero me abandone durante una partida on-line. Pero lo peor es mi insana necesidad por intentar emular a John Rambo en Acorralado.

64. Superman 64. En siete años de vida mi modesta televisión Philips, jamás había expelido olor alguno, ni siquiera sabía que el aparato traía esa función, pero fue poner el juego y... La pantalla oler a mierda.

63. Que las compañías quieran decidir por Mí. Que juegos se instalarán en Mí disco duro, cuando necesito actualizar Mí consola, y últimamente hasta si necesito o no borrar Mís partidas. Aquí tenéis Mí dedo, subiros.

62. A todo aquel que se considere un Sonyer, Nintendero, Xboxer, Pecero o Maquero a ultranza. Para mi todos forman parte de un mismo grupo: El de las cheerleaders más feas y peor pagadas del mundo.

61. Las ediciones coleccionista que incluyen contenidos desbloqueables para el juego. Podéis meter tantas figuritas, mapas, libros, pegatinas y demás baratijas de todo a un euro como queráis. Pero debería daros vergüenza pegarles tijeretazos a vuestras propias creaciones por pura codicia. 

60. Al Sonic lobo. ¡¡Pero por qué Dios!! ¿Porqué no te lo llevas contigo de una vez? ¿Es que no ves que está sufriendo?

Esta es la única imagen de todo el post que no ha requerido de edición con paint para resultar patética.

59. A los casuals del Pro Evolution o Fifa. Que solo necesitan comprar un único videojuego cada año y una nueva consola cada cinco, para ser felices. Joder como os odio...

58. Que intenten corregir fallos de diseño comercializando nuevos periféricos como Nunchuk, Dualshock 3, o Wii motion plus. Microsoft decidió llevar un poco mas lejos esta práctica sacando Xbox Slim, periférico imprescindible para poder jugar juegos de la xbox 360 clásica.

57. Completar un juego en menos de seis horas. "Es que os hemos ofrecido una experiencia corta pero intensa" Deja de hablar de tu eyaculación precoz, te hice venir para discutir sobre la duración del juego.

56. Que en las tiendas nunca traten de informarte de si el producto es o no adecuado para ti. Os invito a que hagáis la prueba de poneros bizcos al entrar y preguntar por una 3DS, lo más seguro es que te la lleves puesta y acompañada del juego Training for your eyes.

55. El doblaje latino o en español neutro. "¡Master chief ten cuidaaado es riesgooso!". Para los latinos aclarar que solo odio sus doblajes por una cuestión de diferencias culturales. (El resto ya sabéis que el auténtico motivo es que los doblan de pena).

54. Que me mate el agua. Los nacidos en los ochenta fuimos una generación de niños sucios, pero teníamos nuestros motivos.

53. Quedarme sin vidas. ¿Y ahora qué?

52. Quedarme sin continues. Joder, ahora sí que: ¿Y ahora qué?  * (Si deseas saber que ocurrirá a continuación, lee de nuevo el punto 88 de la lista)

51. Los juegos multiplataforma. Vamos a meterle esto a quien sea, como sea y donde sea. -Pero señor Mataniños ¿Y si no tienen consola? -¡Pues se lo meteremos por el movil coñiiooo!

50. Ver en mi pantalla "Loading, Please Wait". Mientras la ram va cargándose del codigo necesario para ejecutar el juego, mi mente va cargándose del odio necesario para ejecutar al juego.

49. Que me humillen en multijugador. Odio contemplar impotente como mi rival se levanta y se agacha rítmicamente, sobre el punto exacto donde yace mi cadáver. Pero lo peor es que como no suelo abandonar, cuando me quedo solo, todos los integrantes del equipo contrario acaban haciendo fila para pasarme el culo por los morros.

48. Playstation Home. ¡¡Son tios!! ¡¡Son todos tios!! No importa que su nombre sea Princesa_Haiku_25, ni que te diga que jamás ha sentido nada igual por otra persona ¡¡Es un tio de 40 años, que se llama Juan y vive en Logroño!! ¡Por el amor de Dios! ¿¡Pero quién vive en Logroño!?

47. Que me suene el móvil mientras estoy jugando. Cariño por favor, estoy conduciendo, y llevo a la policía detrás, ¿Que es lo que quieres, que me quiten puntos? (Need for Speed).

46. Los análisis de videojuegos que pretenden ser graciosos. El problema no es el contenido, que puede ser muy divertido. El error es titularlo análisis, si se llamara Hoy me parto el rabo opinando sobre: Duke Nukem Forever, los leería encantado. 

45. Que mis amigos me den consejos cuando me van ganando. Fuera de mi casa.

44. Que me rayen los discos. Esta como tú me lo dejaste. -¿¡A sí¡? ¿Tenía ya el nombre  de tu hija de tres años gravado con cincel en el dorso?

43. Que los shooter en primera persona dominen el mercado. No habéis soñado nunca con cazar mariposas, o pescar peces en un placido estanque de aguas cristalinas, pues nada de eso mariquitas a pegar tiros.

42. Que las compañías apuesten por la detección de movimientos. ¿No habeis contemplado la posibilidad de que esté jugando a un videojuego porque no tenga ganas de moverme? Detección de pensamientos, esa es la respuesta.

41. La falta de originalidad en los argumentos. Hemos secuestrado a la princesa. Pues ya podéis matarla.

40. Que un niño piense que jugar con Nintendogs es igual que cuidar de un perrito. Deberíamos llevarlos con más frecuencia a las perreras, ya sabéis esos sitios enormes y destartalados con tantos hornos crematorios.

39. Leer una lista de cien motivos para odiar los videojuegos incompleta.

  

  Los mas avispados, os estaréis revolviendo incómodos en vuestros asientos, conscientes de que no hemos llegado a cien. Se que algunos incluso me odiáis por ello. Pues que sepáis que no me importan lo mas mínimo vuestras pataletas. Os diré más: Os desafió, os desafió dos veces a que completéis vosotros mismos esta lista, trasformando todo ese odio que sentís por mí y los videojuegos en vuestros comentarios. Es más en el caso de que lograseis completar las 38 que faltan, cosa que francamente dudo mucho, incluiría las mejores propuestas en esta lista, aunque me joda hacerlo...


...Avisarle eso sí al que quedase en el primer puesto, que le odiaría durante el resto de su vida.