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  Hoy quiero sincerarme hablando de una verdad incomoda que nos afecta a todos aquellos que tenemos o participamos en blogs o webs de pequeño calado o escasa audiencia. Os prometo que intentaré decir la verdad y nada mas que la verdad, sin esforzarme por sonar pedante, hiriente o polémico. Os quiero hablar de los comentarios en los blogs y de algunos de los métodos "sucios" que debemos emplear para conseguirlos.

  Creo que la mejor forma de abordar este tema de los comentarios es relatando mi escasa pero intensa experiencia personal con ellos:

Esta iba a ser la imágen de cabecera de este artículo, realizada "ex profeso" por mi amigo Raúl. Yo me adelanté y por eso pusimos la otra.... Pero reconocedlo este tio tiene arte (creo que infinitamente mas que yo).

  Este blog tiene una actividad editorial constante desde hace unos escasos seis meses y aun puedo recordar perfectamente mis primeras expectativas con los primeros artículos. Simplemente visitaba una y otra vez el pie del contenido esperando a que aparecieran cientos, tal vez miles de comentarios, pobre infeliz. En poco tiempo llegué a la conclusión de que algo no funcionaba y deduje que el problema era que la gente no conocía la página, una relación de causa y efecto en estado puro. Así que decidí promocionar mis escritos de varías formas diferentes; 

  La primera de ellas fue republicar mis artículos en la página Gratisjuegos. Echando la vista atrás parece una estupidez y seguramente lo fue, pero también he de reconocer que tuvo una parte positiva: La gente comentó  activamente lo que colgué y alguno incluso puede que lo leyera, lo que en cierta medida me animó a seguir escribiendo. Pese a todo no tardé en entender que esos usuarios jamás visitarían el blog ni comentarían en el. También recibí muchísimos insultos entre ellos me viene a la memoria este: "I.N.V.E.C.I.L". Se puede decir mas alto, pero peor escrito difícilmente, demosle al César lo que es del César.

Con una crítica sobre The Legend of Zelda conseguí casi 50 comentarios en menos de 24 horas, aunque la mayoría fueron de este estilo. El acento se lo perdono por que escribía en mayúsculas.

  En este peregrinar místico en busca del comentario prometido, decidí también probar suerte como redactor en una pagina web de videojuegos y tecnología llamada Atisal. Allí las cosas mejoraron, y gracias a ellos pude hacer mis primeros análisis, tener acceso a copias promocionales de videojuegos, notas de prensa, etc. La gente leía mis articulos, los comentaba e incluso me felicitaba de vez en cuando. Pero había un inconveniente, pese a que la página tenía muchas visitas solo nos comentábamos entre los propios redactores y eso me acabó desencantando poco a poco y decidí marcharme.

  El último método milagroso que probé para insuflar vida ajena en este blog y el único que realmente surtió efecto, fue el empezar a dejar comentarios en otros blogs de videojuegos. Y ahora afinad bien vuestros oídos, por que mi siguiente frase será lapidaria; Estoy casi totalmente seguro de no haber dejado jamás un comentario en un blog de videojuegos hasta ese preciso instante. Egoísta si, pero un egoísta muy sincero como os prometí. En mi defensa diré que ya desde el principio entendí que no debía ni comentar por comentar, ni intentar hacer publicidad encubierta o spam.

  Ahora que el tiempo ha pasado y el blog ha crecido un poco (ese es el lado mas positivo de comenzar algo desde cero... Solo puedes ir hacia arriba). Gozo de una cierta cantidad de visitas diarias que comentan y leen mis artículos regularmente. En otras palabras por fin he cumplido el "sueño americano", y por ende debería sentirme feliz y satisfecho. Pero no siempre me siento así y cada cortos lapsos de tiempo me visita una pequeña nubecilla gris cargada de desánimo. (El artículo continua en el texto del siguiente comentario).

Se que usar un comentario que escribí en otro blog, Legend SK ,como parte de este artículo es bohemio hasta para mi, pero teniendo encuenta el tema, creo que merece la pena incluirlo tal cual (Noire@ te juro sobre la plausible tumba del gatito de abajo que no fue premeditado).

  Espero que estas aburridas anécdotas autobiográficas le puedan servir de ayuda a otros y que así eviten  cometer mis mismos errores. A veces deberíamos simplemente dar sin esperar nada a cambio y yo el primero  por supuesto.

Hagáis lo que hagáis en la búsqueda del comentario, por favor, jamas uséis reclamos como este. Es como pedir un euro en un semáforo. Además es posible que el pobre bicho lleve muerto meses o años d.F (después de foto).